miércoles, 30 de mayo de 2012

"Mi cuerpo es mío. Yo decido"

Chile permitió el aborto terapéutico desde 1931 hasta 1989, cuando la dictadura, que comenzó en 1973 y acabó en 1990, lo prohibió solo unos meses antes de la llegada de la democracia. Desde entonces, el aborto terapeútico no es legal en Chile, lo que convierte al país en perteneciente al pequeño grupo de países que niega el aborto en cualquier circunstancia, como República Dominicana, El Salvador, Nicaragua, Honduras, Malta o el estado del Vaticano.
   Así, desde 1994 se han presentado proyectos para la legalización del aborto terapeútico, algunos sustentando la viabilidad del mismo en caso de que un grupo de tres médicos certifique la muerte del feto o su incapacidad para mantener la vida tras nacer a consecuencia de algún tratamiento, intervención o administración de un fármaco necesario para salvar a la madre. Sin embargo, hasta el momento, ninguno ha tenido éxito.
  Ahora se han presentado dos proyectos más: uno aboga por volver a incluir el aborto terapeútico en el código sanitario, otro que incluye también los embarazos producidos a causa de una violación. Los proyectos serán votados por separado a partir del 21 de abril.
  Pero el caso es que Chile cuenta con personajes de mucho peso que se declaran totalmente contrarios a cualquier tipo de aborto. Es lo que ocurre con la Iglesia Católica o la Metodista Pentecostal, la que cuenta con más seguidores en Chile. 
  En el propio gobierno, el ministro de Salud, Jaime Mañalich, se declaró abiertamente en contra; de la misma forma que hizo el presidente, Sebastián Piñera, que afirmó que el debate sobre el aborto terapeútico era "necesario y legítimo" pero que, como cristiano, defendía la vida como "un don de Dios".
  Sin embargo, y a pesar de estas influyentes posiciones, la Octava Encuesta Nacional "Percepciones de las Mujeres sobre su situación y condiciones de vida en Chile 2011", organizada por Corporación Humanas, señaló que más del 70% de las chilenas apoyaban el aborto terapeútico, el 70% en caso de malformaciones graves y el 60% si el embarazo estaba producido por una violación.
  También el psicólogo Rubén Araya, miembro de la Unidad de Psicoanálisis y Medicina de la Universidad Alberto Hurtado, se posiciona a favor del aborto terapeútico, y comentó que ”fue al final del régimen militar cuando se eliminó la ley, y el hecho que esta discusión se haya postergado por mucho tiempo y que además sea una práctica bastante habitual y muy desigual en términos de clases sociales y acceso, va generando que se transforme en una suerte de reivindicación social y de género”, precisó.
  Por último, son destacables las declaraciones al respecto de la abogada Camila Maturana, perteneciente a la no gubernamental Corporación Humanas. “Estamos en presencia de una de las más graves deudas del Estado de Chile con los derechos humanos de las mujeres. En Chile, las mujeres, bajo la amenaza de cárcel, son obligadas a continuar y llevar a término un embarazo cualquiera sean las circunstancias, lo cual es considerado por la Organización de las Naciones Unidas como trato cruel, inhumano o degradante. Chile es un Estado laico desde 1925, y no se puede por ley imponer al conjunto de la sociedad una creencia religiosa o moral sobre el inicio de la vida humana, un debate que ni siquiera a nivel científico está resuelto, ni se pueden imponer las creencias morales sobre el valor o no del cuerpo de las mujeres. Todos los días los derechos humanos de las mujeres son violados al ser obligadas a continuar un embarazo. No queremos seguir ‘prestando el cuerpo’".




http://periodismohumano.com/mujer/proyecto-de-ley-de-aborto-terapeutico-en-chile.html

http://www.chile.com/secciones/ver_seccion.php?id=82709

http://www.biobiochile.cl/2012/03/18/presidente-pinera-ratifica-rechazo-a-legalizar-aborto-terapeutico.shtml


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