martes, 29 de mayo de 2012

Las promesas de Nepal



Tras el derrocamiento de la monarquía, hubo muchas reformas en Nepal encaminadas a la igualdad de género, que garantizaban mayores derechos económicos, ciudadanos y políticos a las mujeres, salvaguardando sus derechos sexuales y reproductivos. En 2006 se aprobó la Ley de Igualdad de Género, que daba a las mujeres derechos iguales a los de los hombres en herencia, y penalizaba la violencia doméstica y sexual.
  Sin embargo, estos derechos aún no han llegado a todas las nepalesas y están especialmente ausentes en las zonas rurales del país. Un buen ejemplo es el caso de las mujeres 'musahar', discriminadas por una parte por pertenecer a una comunidad de "comedores de ratas", que es lo que musahar significa, y discriminadas doblemente por ser mujeres dentro de su propia comunidad.
  Y es que hablamos de un país donde tener una hija lo que implica en primera instancia es una carga. De esta forma es fácil que los padres entreguen la mano de sus hijas a supuestos pretendientes occidentales que luego las utilizan para el tráfico de mujeres y las obligan a vivir prácticamente como esclavas en redes de prostitución.
  Sin embargo, no son solo estos los problemas a los que se enfrentan las mujeres en Nepal: el maltrato de género es una realidad tristemente común. Segun la ONG Internacional CARE Nepal, el 95% de las mujeres y niñas ha sufrido violencia, y en el 77% de los casos, esa violencia era perpetrada por miembros de la propia familia. Por su parte, el no gubernamental Centro de Servicios del Sector Informal (Insec) sostiene que en 2011 se registraron unos 700 casos de violencia, el 40% de ellos en el hogar, sin contar con los no denunciados, ya que, como explica Khadga Raj Joshi, coordinador regional del Insec en la región occidental, "muchos incidentes nunca se reportan por temor a las represalias y por falta de acceso a asistencia legal".
  Según Deepa Bohara, trabajadora social, "las mujeres están solas y no tienen ninguna protección social, ni siquiera de parte de sus propias familias. Está socialmente aceptado que los maridos abusen de sus mujeres". De hecho, un estudio de 2001 averiguó que una gran cantidad de mujeres nepalesas, tanto urbanas como rurales, veía normal y permisible la violencia de género en caso de que la mujer no supiese desenvolverse de forma adecuada en la cocina, de que saliese sin permiso o de que se negase a mantener relaciones sexuales. 
  A estas mujeres se les brinda cierto apoyo en los Comités de Desarrollo de las Aldeas, pero éstos tienen poca autoridad para tomar decisiones legales y todo lo que suelen hacer es propiciar un acuerdo entre la familia. 
  En cuanto a la policía, las nepalesas casi no acuden a ella, debido al nulo apoyo que ésta les brinda. La mayoría de los acusados de maltrato suele quedar en libertad e impune ante la falta de pruebas y de investigación de la policía, que normalmente presiona a las víctimas a transigir para mantener la paz y la armonía en la sociedad, como declaró Joshi. 
  Así es como viven unas mujeres que soportaron una guerra civil, muchas de las cuales apoyaron al derrocamiento de la monarquía en espera de una mejora en la igualdad de género y que ven como, a pesar de las reformas o las leyes que se puedan aprobar, poco o nada cambia en Nepal para una gran parte de las mujeres.
  




http://newstotem.blogspot.com.es/2007/05/las-mujeres-en-nepal.html

http://www.unicef.org/spanish/sowc/nepal_37897.html

http://escolapau.uab.cat/img/qcp/nepal_conflicto_paz.pdf

http://www.fides.org/aree/news/newsdet.php?idnews=29660&lan=spa

http://periodismohumano.com/mujer/esta-socialmente-aceptado-que-los-maridos-abusen-de-sus-mujeres.html

http://www.nodo50.org/mujeresred/nepal-dalit.html

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